Introducción:
Se trata de un conjunto de reglas o normas que tratan de hacer coincidir el año regular año estacionario.
Antiguamente, muchos estaban basados en los ciclos lunares, perdurando su uso en el calendario musulmán, en la fecha de varias fiestas religiosas cristianas y en el uso de la semana (correspondiente a las cuatro fases lunares, aproximadamente).
En la actualidad, la mayor parte de los calendarios tienen por referencia el ciclo que describe la Tierra alrededor del Sol y se denominan calendarios solares.
El calendario sideral se fundamenta en el movimiento terrestre respecto de otros astros diferentes al Sol.
Se considera el calendario como una de las primeras herramientas de la astronomía porque desde la antigüedad, los hombres han sentido la necesidad de ordenar su actividad cotidiana, y de situar los acontecimientos en el pasado o futuro.
La observación de la naturaleza ha revelado tres fenómenos astronómicos que sirven para medir el tiempo: la alternativa de los días y las noches, la sucesión de las fases de la luna y el ciclo de las estaciones. Así, se estuvieron tres unidades naturales de tiempo: el día, asociado con la rotación de la Tierra sobre sí mismo, el mes, asociado con la rotación del movimiento de la Luna en torno a la Tierra, y el año asociado con el movimiento de la Tierra alrededor del Sol
Calendario Juliano:
Cuando llegó al poder Julio César en el año 46 a..C. encontró el calendario romano en un estado de enorme desorden. Recurrió entonces a los consejos del astrónomo alejandrino Sosígenes y de acuerdo a sus indicaciones estableció, en el año 45 a.C., el llamado calendario juliano, que con ligeras modificaciones continúa usándose en casi todas las naciones. Prescindió por completo de la Luna y adoptó para la duración verdadera del año solar la de 365,25 días, que se denominó año juliano. Contaba con 12 meses de 30 y 31 días, excepto febrero, de 29 días, lo que hacía un total de 365 días por año.
El modelo empleado por Julio Cesar para hacer sus reformas fue el calendario egipcio; pero a diferencia del año solar egipcio, que era inmutable, el calendario juliano variaba cada cuatro años cada cuatro años habría uno de 366 días.
El año juliano alcanzó entonces su forma definitiva en el año 8 d.C.
Calendario Gregoriano: es un calendario originario de Europa, actualmente utilizado de manera oficial en casi todo el mundo. Así denominado por ser su promotor el Papa Gregorio XIII, vino a sustituir en 1582 al calendario juliano, utilizado desde que Julio César lo instaura en el año 46 a. C. El Papa promulgó el uso de este calendario por medio de la bula Inter Gravissimas.
Es de 365d 5h 48m 46s, lo que hace que el año juliano sea 11m 14s más largo que el año trópico., el Papa Gregorio XIII, aconsejado por el astrónomo Aloysius Lilius y por el jesuita Cristóbal Clavius, ordenó que se corrigiera el calendario, para evitar el desplazamiento futuro del equinoccio, decretó que en lo sucesivo, en los años seculares o centurias sólo serían bisiestos aquellas cuyas centenas sean divisibles por 4. Esta reforma fue adoptada inmediatamente por todos los países católicos, pero la iglesia griega y la mayor parte de las naciones protestantes rehusaron reconocer la autoridad del Papa, aunque modificaron el calendario en años posteriores. En la actualidad, como los años 1800 y 1900 fueron bisiestos en el calendario juliano y no lo fueron en el gregoriano, la diferencia entre ambos calendarios es de unos 13 días.
Con las modificaciones mencionadas, el calendario en vigencia tiene una duración de 365,2425 días solares.
Calendarios Primitivos:
Mayas:
Los Calendarios Solares: Se basa en el tiempo que tarda la Tierra en cumplir su revolución en torno al Sol.
Los Calendarios Solares: Se basa en el tiempo que tarda la Tierra en cumplir su revolución en torno al Sol.
Antes de la llegada de Cristóbal Colón a América, los mayas ya utilizaban un calendario solar de gran precisión.
El calendario egipcio:
Los egipcios utilizaban el calendario solar de 365 días. Este calendario tuvo una finalidad práctica: el control de los ciclos agrícolas. Además, partiendo de la observación de la Luna, los egipcios dividieron cada mes con 30 días cada uno El año nuevo egipcio se celebraba cuando Sirio, la estrella más brillante del cielo, aparecía en el horizonte por el oriente, un momento antes de la aurora.
Calendario inca:
Sabían distinguir el año solar, mientras que a los meses los ponderaron según las fases de la luna. El calendario cumplía su rol definiendo las etapas del ciclo anual y relacionando las actividades humanas con las fuerzas naturales que las gobiernan. Pero el año solar no coincidía con exactitud con los 12 meses
El Calendario Babilónico:
El primitivo calendario babilónico fue del tipo lunar. Al principio, el año babilónico estaba constituido por 12 meses de 30 días, es decir, que tenía casi 5 días y 1/4 menos. Al cabo de algunos años, el «mes de arar», por ejemplo, no se ajustaba a tal faena agrícola. Posteriormente se acortaron algunos meses para acomodar más exactamente el calendario a la aparición regular de la Luna nueva. Esta medida desgastó aún más el calendario con las estaciones. Los babilonios resolvieron posteriormente esta dificultad intercalando un nuevo mes de acuerdo con un ciclo determinado.
El Calendario Griego:
El calendario griego, del tipo lunisolar, copiado de los babilonios, constaba de 12 meses de 29 y 30 días alternativamente. A este año de 354 días se le añadía un nuevo mes cada tercero, sexto y octavo año. Los griegos intentaron frecuentemente encontrar un intervalo o ciclo que contuviera un número exacto de años solares y lunisolares. Tal ciclo, el «gran año» de 19 años solares descubierto por el astrónomo griego Metón en el siglo V a. de J.C., no sirvió nunca de base para un calendario práctico. Pero este Ciclo de Metón (o Cielo Áureo) tiene todavía importancia en el cómputo de fechas de las festividades religiosas, ya que solamente es unas pocas horas más largo que 235 lunaciones y por tanto las fases de la Luna nueva caen los mismos días del año en los ciclos sucesivos.
Calendario azteca:
En el Calendario del Sol, se tiene la cuenta de los días y años originaria de los toltecas. Estos reconocían dos tipos de años, que combinaban para la vida práctica: un año de 365 días y otro religioso de 260 días (igual que los mayas).La cuenta de las eras se ordena en ciclos de 52 años, pues éste es el tiempo que tarda en pasar por el cenit la constelación de estrellas conocidas como Pléyades, en las cuales se basaron los astrónomos toltecas para elaborar el calendario.
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